Es una tecnología todavía experimental. Ya hay proyectos en diversos países que están ensayando paneles solares en el mar

No se descarta instalar placas solares en el mar. De hecho, se están realizando algunos ensayos en diferentes países del mundo. Eso sí, todavía es una tecnología muy experimental. Uno de los proyectos más avanzados se ha instalado en Singapur, donde un consorcio de empresa (con 40 inversores) ha desplegado en el estrecho de Johor una planta de paneles flotantes a lo largo de cinco hectáreas sobre el mar. Se estima que producirá unos 6.000 megavatios al año para suministrar la energía suficiente para 1.250 viviendas. En Holanda también se están realizando pruebas. Seis empresas de ese país y varios centros tecnológicos desarrollarán durante los próximos tres años el proyecto «Zon-op-Zee», con ensayos en el Mar del Norte. Según figura en la web de la startup Oceans of Energy, que ha impulsado esta experiencia piloto, en las primeras pruebas la planta flotante de paneles solares ha hecho frente a olas de hasta 9-10 metros y velocidades de vientos huracanados superiores a 110 km/hora.

En España, la Unión Europea ha financiado el proyecto Boost (Bringing Offshore Ocean Sun to the global market), con el fin de estudiar el rendimiento de esta tecnología en el Atlántico, frente a la costa de Gran Canaria. Liderado por la empresa noruega Ocean Sun y Fred Olsen Renewables, también participan el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) y la Plataforma Oceánica de Canarias (Plocan). Y luego está el proyecto ‘Bahía H2 Offshore’, pero en este caso se trata de obtener hidrógeno verde y amoniaco a partir de la energía solar que generen paneles de fotovoltaica flotante que se instalarán en la bahía de Santander. Está liderado por Sea of Innovation Cantabria Cluster (SICC) y en él participan empresas como Repsol.

Son todos proyectos en pruebas, de investigación, análisis, observación… para dar con una nueva tecnología que está por llegar. «Para el mar, la tecnología que se invente tiene que ser diferente a la de masas de agua de interior, porque en medio del mar una tormenta puede provocar olas de 10 metros y vientos fortísimos. Además la sal corroe los componentes. ¿Va a aguantar una planta 20 o 25, que suele ser su tiempo de vida útil? Se está mirando al borde del mar, en puertos, bahías… en zonas protegidas sin olas grandísimas», explica Andrés Franco, CEO de Isigenere.

El mar es un medio hostil y los retos son mayúsculos. «La fotovoltaica y el mar no se llevan muy bien. La salinidad es muy agresiva contra los paneles solares y los sistemas electrónicos, y requieren que se instalen sistemas más protegidos y especiales.Y eso encarece el proyecto», afirma Rogelio Aranda, responsable de Operaciones de la empresa de ingeniería Greening-e. «Depende de las olas, de las complicaciones que tenga la distancia entre la superficie flotante y el lecho marino; si se pone cerca de la costa genera impacto visual, pero si se alejas el coste del anclaje es mayor, la transmisión eléctrica necesita cables submarinos para llegar hasta la subestación en tierra…», explica Javier Gala, director de Renovables de la consultora Mercados–Aries International. Seguro que nada imposible, pero todavía pasarán años has ver paneles solares en el mar.

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