Cuando un cliente se enfrenta a hacer una gran inversión para poder disfrutar de una instalación fotovoltaica, se puede encontrar con varios tipos de financiación. Nuestro compañero David Ballesteros, del Departamento de Ofertas y Licitaciones, nos explica cómo lograr subvenciones públicas.
A la hora de realizar una instalación fotovoltaica, tanto para nuestra empresa como para nuestro disfrute particular, existen dos tipos de financiación: financiación con recursos propios o con recursos ajenos. Dependiendo de donde procedan estos recursos, la subvención con recursos ajenos puede ser pública o privada.
Nos centraremos en la financiación con recursos de carácter público. Esto es debido a las peculiaridades y pasos que hay que seguir para poder ser beneficiario de una subvención.
Es importante estar informado sobre los tipos de subvención
El primer paso para solicitar una subvención es conocer el tipo de ayuda o subvención a la que podemos optar. Para ello, hay una serie de fuentes y páginas, tanto públicos como privados, que recopilan todas las ayudas vigentes para empresas y particulares.
Lo ideal para conseguir con éxito una subvención es mantener una vigilancia sistemática de todas las publicaciones al respecto: boletines oficiales, autonómicos, boletines europeos, etc.
Preparar la documentación con vistas a la solicitud
Una vez conocida la subvención a la cual podemos optar, es imprescindible preparar correctamente toda la documentación. El tipo de documentación, los datos solidados y la forma de entrega cambia de un organismo público a otro y en función del tipo de subvención que se solicite.
Generalmente, el tipo de documentación que se solicita para ser beneficiario de una subvención para una instalación fotovoltaica es tanto documentación de tipo técnico, como puede ser el proyecto técnico de la obra y visado de la misma, licencia de obra, cálculos justificativos del grado de autoconsumo, informe de los equipos utilizados con sus características y declaración de prestaciones del fabricante, etc… como documentación de tipo administrativa, como son los certificados de la Agencia Tributaria de estar al corriente con sus obligaciones, declaración del solicitante de no tener ningún proceso penal condenatorio pendiente o anterior, informe de la actividad de la empresa y volumen de negocio, declaración de no haber solicitado ni recibido subvenciones para la misma finalidad, etc.
En la práctica, la Administración Pública está tendiendo a la gestión íntegramente digital por las ventajas que aporta. Esto ha de ser tenido en cuenta al preparar la documentación. Por ello, en muchas ocasiones deberemos disponer de una correcta y actualizada firma digital para poder presentar correctamente nuestra solicitud.
Una vez que se ha presentado la solicitud, se asignará un número de expediente y será estudiada por un/os técnico/s de evaluación. Este/estos verificará/n si se han presentado todos los requisitos contemplados.
Paciencia con la resolución y justificación de la subvención
El organismo que gestione el programa de subvenciones será quién resuelva si te conceden la subvención o no. Generalmente, la respuesta se envía por correo certificado o aplicativo digital.
Si la resolución es positiva, se te informará de las condiciones de la ayuda, especificando el importe, periodo de tiempo para la ejecución y justificación, etc. Si la resolución es negativa, se te informará de los motivos por los cuales no ha sido aprobada. En algunas ocasiones, las resoluciones pueden tomarse como positivas o negativas a través del silencio administrativo (no respuesta por parte del organismo) según lo que se especifique en el boletín o bases reguladoras.
La documentación justificativa de cada subvención o ayuda, consiste en una imposición de requisitos y obligaciones que deben cumplirse. Además, va acompañada del ¨justificante¨ de en qué vamos o hemos empleado el dinero subvencionado.
Generalmente se dan 2 posibilidades al tener que elaborar la justificación de una subvención o ayuda:
- Se realiza una vez se ha realizado la actuación subvencionada y es cuando los técnicos valoran en positivo nuestra documentación. El dinero llega una vez aprobada la justificación.
- Se valora en positivo la solicitud y el proyecto presentado. Posteriormente, debemos realizar la justificación de en qué nos hemos gastado el dinero que nos han dado. En caso de no justificarse correctamente habrá que devolverlo.
En cualquiera de los dos casos, y en las diferentes formas en las que la Administración impone sus condiciones de beneficiario y su forma de justificación, lo importante es tener paciencia con la justificación de una subvención y comprender todos los pasos de la tramitación de la misma y la importancia que tiene cada fase. Hay que pensar en que la justificación con la documentación correspondiente debe de ir de la forma más clara y explicada posible. Así, se evitan requerimientos o procesos de pérdida del derecho a subvención posteriores.
Más paciencia a la hora del pago de la misma
Una vez presentada toda la documentación justificativa requerida por el organismo competente, queda la última de las fases: el pago de nuestra subvención.
En condiciones ideales, sin ningún contratiempo, la mayoría de organismos y administraciones públicas emiten los importes de las subvenciones en un plazo de tres a seis meses desde la fecha de presentación de la documentación. En caso de existir algún tipo de problema, como, por ejemplo, retrasos en los procesos de administración o requerimientos de subsanación de la documentación justificativa por parte del organismo competente, el cobro puede demorarse un año o incluso más.
Por ello, hay que tener paciencia y realizar un seguimiento de nuestro expediente, ya sea por nuestra cuenta o a través de un colaborador externo que nos ha gestionado el trámite y justificación de la subvención.
Desde la experiencia adquirida con la tramitación y justificación de subvenciones de eficiencia energética a través de nuestros clientes, esperamos haber mostrado unas sencillas pautas para poder conseguir con éxito toda solicitud a una subvención o ayuda.
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